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martes, 22 de noviembre de 2011

Los niños orientales sacan magníficas notas en España. ¿Por qué?

El diario El País publica hoy, 22 de noviembre, un interesante articulo –firmado por Joaquina Prados- sobre el rendimiento de los niños asiáticos en nuestras escuelas. A pesar de tener muchos handicaps, estos niños muestran un comportamiento ejemplar, nunca faltan al respeto y obtienen notas brillantes en áreas como ciencias naturales, física, química y matemáticas.

Todo en contra

No es fácil el panorama que tienen por delante. Una cultura diametralmente opuesta a la nuestra, su sistema de numeración –base del razonamiento lógico- es distinto, su lengua se transcribe a un alfabeto donde los signos no son tales con la dificultad que esto encierra a la hora de poder pensar y comprender lo que se lee en otra lengua.

¿Son distintos biológicamente?

Los expertos son claros. No son distintos. Sus medias de coeficiente intelectual son similares a la de nuestros niños. La clave está en sus patrones culturales. No son mejores ni peores que los nuestros pero, claramente, influyen en ese mejor aprovechamiento en el aprendizaje.


¿Cuál es la clave?

Es seguro que son muchas las claves para saber interpretar este hecho. Sin embargo, me han llamado poderosamente la atención dos:

-Su cultura se fundamenta en la obediencia: la palabra del padre y del profesor no se discute.

-La gran baza académica de estos niños es la atención: es difícil que se distraigan.

Una reflexión

-No exagero si afirmo que la palabra del profesor cada vez vale menos. No la cuestionan tanto los alumnos como los padres que son, muchas veces, peores que los hijos a la hora de enjuiciar cualquier decisión u actitud del docente. Si alguien sonríe al leer esto, que visite cualquier colegio.

-Nuestros alumnos se dispersan con facilidad. Cualquier profesor sabe que si habla más de diez minutos seguidos, sus alumnos desconectan. Necesitan continuos estímulos; de lo contrario, pasan. Y así nos va. La nueva pedagogía –mundo anglosajón y escandinavo- invierte en nuevas maneras de motivar y no en estrategias para estimular. Una clase no es un recreo.

Link de la noticia en el diario El País http://www.elpais.com/articulo/sociedad/ninos/orientales/suben/nota/elpepisoc/20111120elpepisoc_5/Tes

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