Dos
amigos, Brandon y Philip, estrangulan a su amigo David con el único objetivo de
demostrar que son capaces de cometer el crimen perfecto. Este crimen no sólo es
perfecto porque nadie vaya a descubrirlo sino porque sólo ellos, dada su
superioridad sobre los demás seres humanos, son los elegidos para poder
realizar semejante acción.
Para
confirmar su teoría, invitarán a cenar, a su apartamento, a los padres de David,
a su novia, a un antiguo novio de ésta y a Rupert, antiguo profesor, que ha
ejercido una notable influencia sobre los jóvenes, especialmente, en sus teorías
sobre la condición humana y la miseria de muchos a la hora de enfocar sus
vidas.
El arcón,
en el que han escondido el cadáver de David, servirá de mesa para los
comensales. Todo está dispuesto así para dar paso a un enfrentamiento dialéctico
entre Brandon, verdadero artífice del asesinato y Rupert.
Título
original: Rope.
Año:
1948. Duración: 80 minutos.
País: Estados Unidos.
Director: Alfred Hitchcock.
Guión: Arthur Laurents. Hume Cronyn.
Música: Leo F. Forbstein.
Fotografía: Joseph Valentine. William V. Skall.
Reparto: James Stewart, John Dall, Farley Granger, Cedric Hardwicke, Joan Chandler, Douglas Dick, Constance Collier, Dick Hogan.
Producción: Warner Bros. Pictures. Transatlantic Pictures.
Género: Suspense. Basado en hechos reales.
La
soga, de A, Hitchcock, lleva a los límites la concepción nietzscheana del
superhombre reflejando, al mismo tiempo, una radical muestra de la transmutación
de todos los valores y la moral de esclavos.
Link Escena ilustrativa: https://www.youtube.com/watch?v=H0dWaL5zs0g
Brandon,
representa al superhombre, el fiero león que no teme a la muerte ni al dolor y
reina entre todos los animales porque su fuerza le lleva a afirmar su poder sin
necesidad de plantearse cuál es su deber.
La
transmutación de todos los valores queda reflejada con el asesinato, cruda metáfora
de la superación de cualquier orden moral establecido.
La
moral de esclavos, en la actitud de los diferentes comensales, especialmente en
el caso del padre de David, que se escandalizan ante el cariz que toma la
conversación entre Brandon y Rupert. Teorizar, de esa manera, sobre la
posibilidad de un crimen perfecto y que se deba eliminar a los seres inferiores
no es admisible ni digerible.
Mención
especial merece Rupert, el profesor. Es un teórico que lleva sus ideas a los límites,
a los límites del juego meramente intelectual. Sin embargo, sería incapaz de
llevar sus ideas a la práctica. Demasiado tarde, comprueba, que sus palabras
pueden ser tomadas en serio por jóvenes inestables o ansiosos por contentar a
su maestro. Paradójico es que descubra su error al comprobar que sus ideas se
han llevado a la práctica. Rupert es la encarnación del fracaso de las ideologías
totalizadoras.