La
Terminal quizás sea una película menor de Steven Spielberg. Dirigida en
2004, e interpretada por Tom Hanks (Viktor Navorski), Catherine Zeta-Jones (Amelia
Warren), y Stanley Tucci (Frank Dixon) no deja de ser una comedia que se aleja
de lo propio de un Spielberg que intenta, sin acierto, emular al gran Frank
Capra.
Viktor
Navorski, natural de Krakozhia, llega a Nueva York, al aeropuerto JFK. En el
transcurso de su viaje, su país sufre un golpe de estado. Por tal motivo, y al
romperse las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con su país, Viktor
Navorski se convierte en un indocumentado que no podrá salir de la terminal hasta que se resuelva el conflicto.
Aquí
comienza la película y la peripecia del protagonista. Frank Dixon, responsable
del aeropuerto, será su pesadilla particular. La trama no da para mucho pero la
intención del guión, sí. La terminal es metáfora de demasiados asuntos.
Viktor
Navorski es ciudadano de ninguna parte, atrapado en un aeropuerto que es metáfora
de un mundo desconocido y hostil. La hostilidad está representada por la
legalidad que representa Frank Dixon. Viktor Navorski llega en avión aunque
podría haber llegado, perfectamente, en una patera.
Viktor
Navorski hace amigos. Principalmente con dos empleados del aeropuerto que no
son estadounidenses y con problemas pendientes de solucionar. Las relaciones
humanas como metáfora del desamparo.
Viktor
Navorski sabe querer a una mujer que, como él, espera a que su vida tenga
alguna solución. La espera como metáfora de la esperanza.
Viktor
Navorski sabe buscarse la vida. No tiene un duro y empieza a sentir la dureza
del hambre. La necesidad como metáfora del emprendedor. No necesita cursos
sobre emprendedurismo.
https://www.youtube.com/watch?v=ndSn1GdsAjY Vídeo ilustrativo de su emprendimiento.